nota:
Robert Ellis inicia este miércoles en Madrid la gira de su cuarto disco
Bautizado con su propio nombre, “Robert Ellis”, el cuarto disco del estadounidense amplia lo que ya anticipó en su anterior entrega, “The Lights From The Chemical Plant” (2014): su crecimiento como compositor y sus ganas de no someterse a códigos de género y así ensanchar sus fronteras más allá de los callejones sin salida del country más cerril. Todo eso lo presentará en directo a partir de este miércoles 14 de diciembre. Ese día actúa en Madrid (La Boite) y luego su tour seguirá el jueves 15 por Gijón (El Patio de la Favorita), el viernes 16 por Ourense (Café & Pop Torgal) y finalizara el domingo 18 en Zaragoza (La Lata de Bombillas). En los cuatro conciertos actuará en formato de dúo, acompañado por el guitarrista Kelly Doyle (“mi guitarrista favorito”, ha declarado Ellis; halago no gratuito si lo dice él, que es todo un portento con las seis cuerdas). Cada noche abrirá para ellos la cantautora californiana Jenny O, quien lanzó su LP de debut en 2013, con el título de “Automechanic” y producido por Jonathan Wilson. Además de ese trabajo también cuenta con dos EPs autoproducidos, “Home” (2011) y el flamante “Work” (de octubre de este año), y ha abierto para el recientemente fallecido Leon Russell y para Ben Harper, Father John Misty, Rodrigo Amarante, The Proclaimers y Rodríguez, entre otros.
Volviendo al texano Robert Ellis, cabe mencionar que de su nuevo álbum se han escrito cosas como las siguientes: “Una magistral intersección de emoción y musicalidad, uno de los mejores discos de 2016” (Spin); “El artista aquí una argumentación convincente de que él pertenece al panteón de Houston” (Allmusic); “En su corazón, no obstante, este es un gran álbum pop” (Uncut); “El sonido de un joven compositor solidificando su mezcla del country del este de Nashville con cualquier sonido, estilo y sentimiento que llame su atención” (American Songwriter). Se trata de una obra donde Ellis ha filtrado algunas de sus mayores influencias (Paul Simon, John Prine, Randy Newman), alejándose de aquellos inicios en los que empezó haciendo solo versiones de country en los garitos de su barrio de Houston, en especial en el Fitzgerald’s, en cuyas noches de los miércoles, las “Whiskey Wednesdays”, se fue forjando su flamante leyenda de nuevo “local hero”. Aunque tiraba de su enciclopédico conocimiento de los grandes del género vaquero, ya entonces se ganaba por igual a los rudos públicos de las bandas punks con que compartía cartel y a los fans de Buck Owens o The Rolling Stones. En su segundo disco, por ejemplo, “Photographs” (2011), que supuso también su primera entrega para el prestigioso sello New West, ese conocimiento brilló y deslumbró. Dividido en dos partes, la mitad de sus diez canciones comulgaban con el folk que deja sin aliento y la otra parecían aspirantes a estándares del country. Y eso que era solo casi un debutante, pues su primer álbum, “The Great Rearranger”, databa de 2009. Pero aun y así ya demostraba estar preparado para en una canción golpear con la suavidad de Kris Kristofferson y en la siguiente frasear lecciones de vida a la manera de George Jones. Pero aquello no le bastaba, quería, sin renegar de sus orígenes, tocar otros mundos musicales. Y entonces llegaron sus dos últimos discos, como hemos dicho al principio. Esta semana toda esa evolución suya podrá disfrutarse en vivo y en directo.
