festas de San Froilán
nota:
El músico serbio no es uno de los grandes sino el más grande artista de la música balcánica. Junto a su inseparable Wedding & Funeral Band, ha recorrido los escenarios más importantes del mundo que han sido testigos de sus explosivas actuaciones.
Reconocido por sus composiciones para bandas sonoras de numerosas películas, debutó por todo lo alto creando la música de la película “El tiempo de los gitanos” de Emir Kusturica. A partir de ahí Bregovic se convirtió en un icono con su potente destilado en el que sintetiza y amalgama las diferentes formas folklóricas del este de Europa.
En su música mezcla sin fisuras, con elegancia y su particular sentido del humor, las polifonías de las voces femeninas búlgaras, la fanfarria de metales y el indispensable bombo, todos unidos para reflejar lo mejor de los sonidos tradicionales bajo el electrizante prisma que el impone con su guitarra y arreglos.
El serbio pasa con toda naturalidad de la solemnidad coral al jolgorio zíngaro por ello sus actuaciones se cuentan por éxitos en unos conciertos llenos de energía que se convierten en una panorámica de los fascinantes ritmos y sonidos procedentes de toda el área de los Balcanes, siendo uno de los artistas que más ha hecho por difundirlos entre el público occidental.
Nacido en Sarajevo en 1950 de madre Serbia y padre Croata, de pequeño fue expulsado del conservatorio según el mismo cuenta “por vago”. Empezó tocando el violín pero el esfuerzo que suponía todos los estudios de solfeo le llevaron a ir perdiendo la motivación por el instrumento. Pero todo su talento tenía que desarrollarlo de alguna forma y trató de matricularse en la escuela de arte de su ciudad. Debido al rechazo familiar (una carrera artística no estaba bien vista en la antigua Yugoslavia) acabó cursando sus estudios en una escuela técnica.
Curiosamente, era un trato con su madre para que le dejase llevar el pelo largo, aunque no tardó mucho en dejarla.
Fue a los 15 años cuando debido a la delicada situación familiar provocada por el divorcio de sus padres y la necesidad de llevar dinero a casa, empieza a trabajar en una kafana (restaurante balcánico donde nunca falta la música). A partir de ahí, una alocada adolescencia en la que no dejó de ganarse la vida (incluso tocando en locales de striptease), viajar, participar en movilizaciones estudiantiles, etc…Cuando lo despidieron y se quedó sin trabajo le prometió a su madre que dejaría la música, volvería a Yugoslavia y se pondría a estudiar. Entró en la universidad y en su último curso de la facultad se reunió de nuevo con su pandilla de siempre para formar el grupo Dijelo Dugme. No consiguió acabar la carrera y en poco tiempo junto a su banda se convirtió en toda una estrella en su país llegando a actuar en el Teatro Nacional de Zagreb para el presidente de Yugoslavia o reuniendo a más de 70.000 personas en su concierto de despedida antes de realizar la mili.
Tras la disolución de su grupo, Bregovic inicia una exitosa carrera en solitario que lo ha llevado a ser reconocido en el mundo entero. Él se define como un simple compositor contemporáneo pero entre sus fans se encuentran nombres ilustres como Eric Clapton, Iggy pop o Martin Scorsese.
Tras infinidad de trabajos discográficos e innumerables bandas sonoras editadas, en sus dos últimos discos, “Alkohol” y “Champagne For Gypsies”, hace especial hincapié en su carácter festivo, intrínsecamente unido a la celebración.
Parafraseando el título de uno de sus temas más trepidantes (“Gas, gas”), el motor de su máquina de ritmo funciona siempre con el acelerador a fondo.
En los últimos años ha realizado conciertos en prestigiosos recintos como el museo Guggenheim de Bilbao, el Royal Festival Hall de Londres o en el mítico L’Olympia de Paris. Este invierno consiguió agotar las entradas en otro emblemático auditorio como el Carnegie Hall de Nueva York.
Su concierto en Lugo será su única actuación en Galicia y el primero en nuestra comunidad desde hace más de 10 años.