nota:
Benxamín Otero y Germán Díaz proponen una selección de canciones con el sencillo hilo argumental de ser, a sus oídos, bonitas… Compositores como Schubert, Satie, Galliano o Clastrier, cancioneros como el de Inzenga o de Federico Olmeda, y melodías propias componen el corpus ecléctico y accidental que conforma este personal concierto.
Instrumentos como el oboe y el corno inglés se unen a las sonoridades medievales de la zanfona y a particulares instrumentos mecánicos como el órgano de barbaria, el aurephone o la caja de música programable para los que Otero y Díaz perforan sus propios cartones con arreglos actuales para viejas melodías.