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El alter ego visionario de Javier Vielba, frontman de Arizona Baby y Corizonas, llega a los Atardeceres Playa Club by Absolut este jueves 19 de julio, a partir de las 20.00 horas, para mostrar su versión más personal hasta la fecha. El Meister presentará los temas de su último trabajo, Fantasmagoría, un sorprendente miniálbum conceptual en vinilo de edición limitada, publicado el pasado mes de marzo. Este jueevs, en el andén exterior del Playa Club de A Coruña, le dará la réplica el one-man-band Indomable, a golpe del folk, el pop y rel ock más pegadizos.
Si ya has sido uno de los degustadores del ingenio herético de El Meister, ¡enhorabuena! Si no, también: estás de suerte. Es tu momento para descubrir a uno de los talentos clandestinos más fascinantes del pop nacional. Una pena si te perdiste los directos de su inesperado Bestiario, un inigualable debut en forma de álbum conceptual que sorprendía a todo el mundo en 2014 con sus fábulas zoológicas, en clave freak folk, como lúcidas metáforas de la condición humana. Pero ahora puedes reengancharte.
Como el mejor Beck primigenio, El Meister es un fenómeno inclasificable. Es folk heterodoxo. Es electrónica heterodoxa. Es indie aún más heterodoxo. Es ni más ni menos que El Meister. Un personaje musical intransferible cuya música, decididamente idólatra, resulta -como pasa con los más grandes- extrañamente adictiva e hipnótica.
Visiones musicales que descubrimos con su trabajo Fantasmagoría, que llegó precedido de Autómata, incontestable cañonazo bailable y, a su vez, incisivo exhorto sobre la predestinación robótica del mundo que vamos construyendo y del que advertían clásicos del expresionismo alemán y el romanticismo inglés, dos de las pasiones de El Meister. Tanto la letra como la portada del single -y del EP- delatan su inspiración en la obra de Mary Shelley, El Golem o Metrópolis. Completa la cara A el manifiesto individualista Logia Personal, una canción oscura y venenosa que invoca a héroes de adolescencia de nuestro protagonista como Parálisis Permanente o Gabinete Caligari, sin dejar de lado obsesiones presentes como la electrónica de unos Death in Vegas o la psicodelia blues electrificada.
El segundo acto lo abre Carrusel, una canción original del grupo vallisoletano El Final convenientemente remeisterizada. Activa durante los primerísimos 90, esta mítica banda pucelana influyó profundamente a El Meister en su día. Llevando el tema de unos Bauhaus a un Peter Murphy, por así decirlo –todo queda en casa-, esta nueva versión le sirve a nuestro inquieto pucelano para reivindicar la escena musical de su ciudad y poner en perspectiva su propia vida musical desde sus más puros comienzos. Cierra el trip fantasmagórico la soflama existencial Antes sí, ahora ya no, un estallido de rock propulsado por Guille Aragón (Arizona Baby, Tuxedo, Cosmic Birds), aporreando los tambores, en el que filosofía de perogrullo y barra de bar se funden en un maremágnum de guitarras distorsionadas y sintetizadores en estado de alerta.
Fantasmagoría es música de guerrilla. Con diseño de Mario Feal y fotografía de la artista vallisoletana Pati Duque, nos encontramos ante un artefacto que emerge de la densa niebla pucelana coproducido por el propio Javier Vielba y Javier Nieto. Un fantástico presente pero a su vez, osado aviso de próximas entregas de un personaje capaz de otorgar categoría cool al romance castellano, en octosílabos si es preciso, o atentar contra la pista de baile en clave retro-futurista (caso de Autómata, desde ya himno 2018).