nota:
Es un recorrido por las mejores canciones de Albert, contando con la complicidad del sorprendente y genial guitarrista gitano Diego Cortés, con su presencia, tiene las manos libres y el cuerpo desatado para convertir cualquier platea en un escenario donde teatralizar sus canciones y conseguir un espectáculo de una poética inusual devastadora y electrizante.
Canciones que cuentan historias trágicas y delirantes, cotidianas y sorprendentes, delicadas y brutales, crudas y surreales en las cuales el verdugo es también víctima, la calma se transforma en tormenta, la comedia convive con la tragedia y la serenidad desemboca en el desenfreno.
Todo para hacer evidente la estrecha línea que separa el bien del mal, el blanco del negro, el positivo y el negativo.